miércoles, 17 de noviembre de 2010

Las empresas que se han ido

En este país el periodismo no ha estado a la altura de los momentos políticos y económicos que hemos vivido últimamente. Muchos periodistas han perdido la oportunidad (y la están perdiendo) de proclamarse estrellas mediáticas por sacar a la luz los montones de trapos sucios que infectan nuestra sociedad.
Y por otro lado, este periodismo light ha dado por ciertas un montón de afirmaciones hechas por unos “listos” como han podido ser gobiernos, empresarios, políticos… sin pararse a reflexionar e investigar el grado de certeza de estas afirmaciones.

Hoy, por ejemplo, me apetece centrarme en la frase “LAS EMPRESAS DE ESTE PAIS SE VAN POR LOS SALARIOS ALTOS DE LOS OPERARIOS”.
Esto hoy en día, sin más, se acepta por cierto. A base de la múltiple repetición de esta afirmación hemos llegado a creer que este es el mal que nos afecta. Lo realmente preocupante es que si no sabemos cuál es el problema real, no podemos dar con la solución adecuada al problema. Y eso es lo que nos está ocurriendo.

Esta afirmación se desmonta, sin mucho esfuerzo, con el ejemplo de Alemania, donde el sueldo medio de un operario es inmensamente superior, y el paro ya lo tienen por debajo del 3%.
Otro ejemplo, es que si se analiza alguna empresa mediana de este país, seguramente podremos ver una diferenciación salarial entre el operario y el mando intermedio muy grande. Y por la manera chabacana que somos, a mida que hemos ido pasando crisis hemos ido perdiendo operarios y cargando con mandos (ya que estos están pegados a la silla), empeorando drásticamente la situación de la empresa.

Y por último, hablemos de la corrupción empresarial. Que pasa que aquí solo roban los políticos.
Y no será eso también una razón importante? Porque de eso no se habla mucho, pero a cuantos sueldos de operarios equivale lo que roba alguno de estos “listos”?
Pues yo estoy cada vez más convencido, de que las empresas de este país se van por estar hartas de que les roben y les tomen el pelo. Hartas de mediocres y ladrones empresarios, que a base de comisiones, regalos, viajes, comidas, coches, tarjetas,… expolian las empresas sin miramientos y control de nadie.

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