Criticar es muy fácil

Después de los últimos rapapolvos, voy a empezar a pasar a la acción. No vaya a ser que se me cuele uno de esos, que se apuntan al carro cuando todo va mal.
Venga va, quiero ayudar al Presi a darle alguna idea, desde mi humilde opinión. Y me gustaría comenzar por la lección, que el compañero Jordi se olvido en sus 4 horas de economía avanzada.

Yo creo que las buenas ideas son universales, quiero decir, que si una buena idea de economía me vale a mí, la misma idea puede servir a una empresa o a un país. La pregunta es ¿un coche nos sirve para algo? Bueno, para algo seguro que sirve, sino no tendríamos “tropecientos” en el país.
Vamos a ver, si yo no produzco gasolina, si además, tengo que hacer una inversión muy importante para comprarme una máquina muy poco eficiente, que desde el primer día pierde valor, y además sufre desgaste con un coste fijo. ¿Me sale a cuenta “invertir” en este tipo de máquina? ¿Y al país?
Más de uno dirá, pues claro que es necesario el coche, porque si quiero ir a XXX y no tengo coche no llego. Y digo yo, no será que no llegamos a XXX o YYY porque ningún presidente de este país no se ha hecho la reflexión de arriba.

Viendo la realidad que le depara al mundo, llegará un momento en que la sensatez de las acciones que hacemos, pase a ser la norma a aplicar, no inducida por el pensamiento del hombre, sino por el reflejo de la cruda realidad. Vaya que la “energía fácil” que sacamos a la tierra, mas vale que la utilicemos, en crear herramientas que nos sirvan cuando esta “energía fácil” se acabe, y tengamos que pasar a usar la “energía compleja”.
En un ejemplo mas claro, es como si me caigo al mar desde un crucero, no me voy a dedicar a hacer unos largos aprovechando que estoy en el agua (vaya no malgastaré mi energía), más vale que ahorre energía porque no se en cuanto tiempo van a venir a buscarme, y si tengo que gastar algo, que sea en mantenerme vivo!!!. Pues lo mismo “pa el mundo”, si la naturaleza nos da la opción de progresar fácilmente, voy a aprovechar ese esfuerzo en estar mejor el día de mañana, y no en destruir energía tontamente, porque aun no se si voy a ser capaz de generarla tan fácilmente.

Lo que digo, es que la energía barata que estamos comprando, la utilicemos en prepararnos para cuando esta no lo sea tanto. Porque si tener encendidos millones de ordenadores para jugar ya es un lujo, imaginemos cuando no los podamos ni encender para trabajar.

Y más de uno pensará, que listo. ¿Cómo si fuera tan fácil? Yo no digo que sea fácil, sino que se podía haber hecho mejor. Quiero decir, en este caso, hubiera sido más apetecible una muerte lenta y dulce, y no lo que va a pasar, una muerte súbita. Si las cosas se hubieran planificado, y no se hubiera dejado crecer un monstruo (la industria del automóvil, del petróleo,…), ahora no hablaríamos de recolocar miles de trabajadores en otros sectores que aún no se han creado.
Eso es la evolución, o como os creéis que hemos llegado donde estamos.